Las mujeres no deben reírse en público. Esto es lo
que dijo el viceprimer ministro de Turquía, Bulent Arinc, en un discurso
el lunes sobre la "corrupción moral". "La castidad es muy importante",
dijo Arinc. "Ellas no deben reírse en público".
Arinc, uno de los
fundadores del partido islamista gobernante (Partido por la Justicia y
el Desarrollo, AKP), hizo el comentario como parte de una condena a la
supuesta decadencia moral de la sociedad moderna.
"Los hombres
deben observar la moral, pero las mujeres también. Deben saber lo que es
decente y lo que no lo es", dijo en la región occidental de Bursa,
durante las vacaciones que marcan el final del Ramadán.
Los
comentarios han provocado una fuerte respuesta de rechazo por parte de
las mujeres en las redes sociales del país. Miles de mujeres colgaron
fotos en Twitter e Instagram para protestar.
Ha habido más de
300.000 tweets con el término "kahkaha" (la palabra turca para "risa"), y
con las etiquetas "La risa de la resistencia" (#direnkahkaha) y
"Mujeres que resisten" (#direnkadin).
Muchas sugirieron que el
gobierno debería centrarse en problemas como las violaciones, la
violencia doméstica y las bodas forzadas de niñas, en lugar de en las
mujeres que se ríen en público.
"Fueron unas declaraciones
indignantes y muy conservadoras", dice la comentarista política y
escritora Ece Temelkuran, que tiene casi un millón de seguidores en
Twitter. (*)
Temelkuran fue una de las primeras que tuiteó una imagen
de sí misma riendo y animó a otras mujeres a hacer lo mismo. "Toda mi
cronología se llenó de mujeres riendo. Fue extraordinario", le comenta a
la BBC.
Algo parecido sucedió en Instagram. "Soy libre, y reírme o
no es mi decisión", dice Hazal Naz Besleyici, de 23 años, que colgó una
foto suya con una amplia sonrisa en respuesta a los comentarios.
Elecciones
Muchos hombres se han unido a las críticas contra el vice primer ministro. "Oh, Dios, haz que esto haya sido solo una broma", tuiteó Fatih Portakal, un famoso presentador de la televisión turca.
"Si las
mujeres no pueden reírse en público, entonces los hombres no deberían
llorar en público", añadió, en referencia a la conocida tendencia del
viceprimer ministro a soltar una lágrima cuando escucha los discursos
del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan.
El mismo Erdogan
provocó una reacción similar en Twitter hace dos años, cuando se refirió
al aborto como un "asesinato". Muchas mujeres colgaron fotos de su
abdomen en redes sociales, con las palabras "Mi cuerpo, mi decisión".
Los
comentarios de Erdogan y Arinc contrastan con los argumentos que el
partido gobernante utilizó para permitir que las mujeres pudieran llevar
el velo en el parlamento.
"Cuando lo aprobaron, dijeron que lo
que visten las mujeres no es asunto de nadie, sino solo de ellas
mismas", explica Girit. "La gente se pregunta ahora si lo que pretende
el AKP es que las mujeres conservadoras sí puedan elegir, pero las
progresistas no".
La primera ronda de las elecciones
presidenciales se celebrará el 10 de agosto y, entre los cientos de
miles de comentarios e imágenes sobre mujeres riendo, destacó un tuit de
uno de los oponentes de Erdogan, Ekmeleddin Ihsanoglu.
Aprovechando
claramente una oportunidad para apoderarse del estado de ánimo,
escribió: "Más que cualquier otra cosa, nuestro país necesita mujeres
que sonrían, y necesita oír la risa de todo el mundo".
En su
discurso, el viceprimer ministro también pidió a los hombres que no sean
mujeriegos, y acusó a los programas de televisión de animar a los
adolescentes a convertirse en "adictos al sexo".
Aunque la opinión
mayoritaria en las redes sociales fue condenatoria, el político también
recibió algunos apoyos. Un hombre tuiteó que Arinc simplemente
intentaba mantener los "valores morales" que "forman parte de la cultura
turca".
"La Nación", 30 de julio de 2014
(*) Autora de un controvertido libro sobre el diálogo armenio-turco, "Deep Mountain" (traducido al inglés) ("Armeniaca").
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