En octubre del año pasado se cumplieron 75 años del fallecimiento del Padre Gomidás (1869-1935), conocido con justicia como el Padre de la Música Armenia. Este artículo traza un paralelo con otro artista, algunas de cuyas obras son popularmente célebres, como ser las estatuas de David de Sasún (1959) y de Vartán Mamigonián (1976) en Ereván: el pintor Yervand Kochar (1899-1979). Kochar vivió entre 1922 y 1936 en París, donde fue un nombre destacado de la vanguardia junto con Picasso, Braque, de Chirico y otros. Retornó a Armenia cuando comenzaban las purgas stalinianas, de las que también fue víctima: atacado en la prensa por presuntas “actividades soviéticas” en 1938, fue encarcelado entre 1941 y 1943 y liberado por la intercesión de su ex compañero del Colegio Nersesián de Tiflís, Anastás Mikoyán. El autor del artículo, publicado en el semanario "The Armenian Weekly" de Boston, es su nieto, el cineasta Yervand Kochar, quien reside en Nueva York y Los Angeles, y actualmente está produciendo una película sobre el Genocidio Armenio.